¿Qué es la obsolescencia programada? Neologismos para entender el futuro
Los neologismos son palabras nuevas que se incorporan en los diccionarios para describir mejor la realidad. En el caso del medio ambiente, cada vez estamos viviendo situaciones más excepcionales pero la comunicación se abre camino y nos ofrece palabras para describir rápidamente lo que tenemos delante.
Te acercamos tres palabras clave para entender el futuro: ecocidio, obsolescencia programada y antropoceno. ¿Las conoces ya? ¿Las has oído? Lo que es seguro es que después de este post las manejarás con soltura y que en los próximos tiempos las oirás sin cesar.
¿Qué es la obsolescencia programada?
La obsolescencia programada consiste en fabricar productos que duran menos de lo que podrían y vender así más. Se da cuando los productos dejan de funcionar de manera intencionada. Por ejemplo, cuando los móviles dejan de funcionar al cabo de un par de años de utilizarlos.
Esta práctica se habría creado en los años 20 del siglo XX, con el modelo de producción que creaba grandes cantidades para sustituirlas en poco tiempo, y lograr así según sus defensores más beneficios empresariales y más empleo.
Orígenes de la obsolescencia programada
En 1932, el inversor inmobiliario Bernard London proponía abiertamente la idea para paliar los efectos del crack de 1929 y reactivar el consumo en Estados Unidos. En 1954, el diseñador industrial estadounidense Brooks Stevens acuñaba el término para “instalar en el comprador el deseo de poseer algo un poco más nuevo, un poco mejor, un poco antes de lo necesario”.
Diversos expertos y representantes del sector industrial aseguran que no existe una obsolescencia “programada”, es decir, una conspiración mundial de las empresas pensada únicamente en sus intereses, sino más bien una “obsolescencia funcional” basada en dos criterios.
Por un lado, la optimización de los productos para que ofrezcan las mejores prestaciones con el coste más bajo posible. Esto conlleva productos menos duraderos, pero más asequibles para los clientes. Por otro lado, el ritmo de innovación y generación de nuevos modelos es cada vez mayor, de manera que satisface el deseo de estar “a la última”.
Ejemplos de la obsolescencia programada
Las bombillas se citan como uno de los ejemplos clásicos de obsolescencia programada. En 1924, los principales fabricantes de la época creaban el "cartel Phoebus" con los estándares de producción y venta, que marcaban mil horas de vida media de las bombillas. Antes de este nuevo estándar, empresas como la española Lámparas Z garantizaba en su publicidad 2.500 horas.
Los electrodomésticos y aparatos tecnológicos en general son otro de los ejemplos más significativos de productos que cada vez duran menos. Quizás el caso más llamativo es el de los teléfonos móviles o smartphones: su vida media es de 20 meses y medio, según un estudio de la empresa de estudios de mercado Kantar.
Pero no es el único: Un estudio difundido por la Agencia Federal de Medio Ambiente de Alemania asegura que el promedio de la vida útil de la mayoría de estos bienes ha disminuido en un año durante la última década. Por ejemplo, los televisores pasaron de los 5,7 años en 2007 a los 4,4 años en 2010. Los ordenadores portátiles duraban 5,4 años en 2004, mientras en 2012 sólo 5,1 años.
Consecuencias de la obsolescencia programada
Además de los consumidores, el medio ambiente es también uno de los grandes perjudicados, ya que supone la sobreexplotación de los recursos naturales, el aumento de emisiones de dióxido de carbono (CO2) implicadas en el cambio climático, el derroche de energía, más contaminación, etc.
Frente a ello, los ciudadanos podemos hacer más de lo que pensamos. En primer lugar, informarnos de sus consecuencias y concienciarnos, no solo de esta práctica, sino en general del actual modelo de consumo insostenible basado en el usar y tirar, y asumir en nuestra vida cotidiana las tres erres: reducir, consumiendo solo lo imprescindible; reutilizar los productos para hacerlos durar más; y reciclar cuando lleguen al final de su vida útil.
Comprar, tirar, comprar
Si quereis profundizar más sobre la obsolescencia programada, os recomendamos el documental "Comprar, Tirar, Comprar", realizado en 2011 por Radio Televisión Española (RTVE), donde se detalla la programación de la obsolescencia de los objetos para incrementar el consumo. Actualmente no se encuentra disponible en la página web oficial, pero lo podeís ver subido en YouTube gracias a las personas que han restacado un mítico documental que deberías ver si o si.
¿Qué es el ecocidio?
Hace referencia a un daño masivo del medio ambiente, especialmente si es de una forma intencionada e irreversible. Algunos países están trabajando para que se considere delito. Y no desde hace poco: la primera vez que alguien mencionó el término fue en la Cumbre Ambiental de Naciones Unidas de 1972 por parte de Olof Palme, el primer ministro sueco de la época que acusaba a Estados Unidos de ello por sus prácticas en la guerra de Vietnam con el agente naranja que se utilizó como arma química y que mató a cientos de miles de personas y dejó millones de hectáreas de tierra inservibles.
En el momento no sirvió de gran cosa, pero el concepto caló y en 1977 las Naciones Unidas prohibió que se utilizaran ese tipo de técnicas en las guerras, pero pese a que ahora no es ese el problema, seguimos destruyendo el planeta. La deforestación, las islas de plástico y los vertidos de hidrocarburos se suceden uno tras otro.
En 1998 en la Corte Penal Internacional de la Haya se intentó incluir como delito pero Estados Unidos, Reino Unido y Países Bajos se opusieron, pero los ecocidios no cesan, por eso, pese a que no tiene un reconocimiento legal, la palabra cada vez tiene más calado y se utiliza para referirse a grandes destrozos ambientales, casi siempre relacionados con eventos capaces de empeorar el cambio climático o nuestra capacidad de respuesta.
¿Qué es el antropoceno?
Se trata de una nueva era geológica que se caracteriza por el impacto de la especie humana sobre el medio ambiente y los cambios que estamos provocando. Se calcula que empezó durante la Revolución Industrial, que es cuando comenzaron nuestros mayores impactos ambientales.
Las eras geológicas son periodos que abarcan determinadas y similares formaciones rocosas durante ese momento, se nombran y se sistematizan para estudiar el planeta. Normalmente respondían a fenómenos naturales, pero por primera vez una especie afecta a la geología, y sí, teníamos que ser nosotros.
Los combustibles fósiles, las bombas atómicas, la enorme urbanización con los cambios que ello conlleva o la altísima demanda de agua que hacemos está dejando huella, una huella que será visible mucho tiempo después de que nos extingamos, natural o precipitadamente, eso está por ver.
La transformación geológica se inició mucho antes de la revolución industrial, por ejemplo el inicio de la agricultura ya dejó su huella, pero es desde esa explosión productiva y de consumo que supuso la automatización del trabajo y los avances tecnológicos y energéticos que los cambios no dejan de incrementarse de forma exponencial. Y sí, hablamos de cambios geológicos, lo que puede parecer poco importante, pero la realidad que subyace es que para que esos cambios tengan lugar está sucediendo una degradación ambiental tremenda que nos afecta a todos los seres vivos y hasta a las piedras.
Este es el legado que ya hemos dejado en el planeta, esperemos que aunque tengamos era geológica propia no sea la que ponga punto y final a todas las anteriores.