Cómo reciclar en casa
El reciclaje es una de las acciones más conocidas y básicas que la ciudadanía y las empresas pueden llevar a cabo para ser más sostenibles. Reaprovechar los materiales de los productos que ya no usamos ayuda a reducir el impacto que causamos en el entorno. Al mismo tiempo que ahorramos recursos y dinero.
Pero no es lo mismo reciclar para una empresa entera que para un hogar. Y, aunque en el trabajo podemos fomentar esta acción, en casa tenemos el control para hacerlo lo mejor posible.
De hecho, para ser exactos, el reciclaje se realiza en las plantas de tratamiento de residuos y en casa o en el trabajo, lo que hay que hacer es la separación de los residuos en origen. ¿Sabéis cómo hacerlo? ¡Es muy fácil!
Prestad atención a los siguientes consejos para separar los residuos en casa y fomentar el reciclaje.
Cubos para cada fracción
Tener un cubo para cada fracción es uno de los pasos indispensables para reciclar correctamente en casa. Separar en origen los residuos ayuda mucho a la hora de reciclar los productos, puesto que disminuye la cantidad de material en el contenedor de resto, la fracción más cara de gestionar.
Es cierto que llenar la casa de cubos y bolsas quita espacio para otros objetos y para la movilidad de las personas que viven en la casa, pero cada vez hay más sistemas de separación que ocupan menos espacio. Desde cubos apilados, hasta cubos más pequeños, bolsas que se cuelgan o compactadoras de residuos.
Además, hay que tener en cuenta que no todos los residuos aguantan en casa el mismo tiempo (no es lo mismo la orgánica que el vidrio) y hay que tirarlos más a menudo. De esta forma, se pueden distribuir los cubos de la basura en función de la frecuencia de uso y limpieza.
Idealmente, cada hogar debería tener tantos cubos como contenedores diferentes en la calle. Eso significa, en el mejor de los casos, cinco cubos: orgánica, papel y cartón, envases y/o plásticos, vidrio y resto.
¿Y qué podemos tirar en cada uno de estos cubos?
Reciclar papel y cartón
Esta es una de las fracciones más fáciles. Folios, papel de diario, cajas de cartón, papel de regalo, etc. Esta fracción suele ocupar poco espacio (cuando está bien plegada), es de las que se separan de forma más habitual y su almacenamiento no genera demasiados problemas.
Las principales dudas al respecto de esta fracción vienen cuando el papel está sucio y con los productos multimateriales:
- Suciedad: si el papel o cartón está un poco sucio, se puede tirar en el cubo para esta fracción, pero si está muy sucio, mejor tirarlo en el contenedor de resto. Sobre todo cuando se trata de materiales orgánicos (como, por ejemplo, pañuelos usados).
- Multimaterial: si es posible separar los materiales (papel y plástico en la típica bolsa de pan), se puede hacer, pero si no es posible hay que tratar ese producto como un envase y tirarlo en el contenedor adecuado para ello.
Reciclar vidrio
Es la otra fracción fácil de reciclar. En ella contamos con botellas, tarros, potes y demás, pero no vasos, platos, bombillas o porcelana. Eso es debido a que los segundos no están hechos de vidrio, sino de cristal u otros materiales parecidos.
Ecovidrio, la entidad que gestiona la recogida del vidrio en España, os puede resolver todas las dudas que tengáis al respecto en su página web, en la página de ¿Qué se tira al contenedor verde?
Además, esta fracción es la que mejor se recicla en el país.
Reciclar envases y plásticos
Aquí empezamos a complicar un poco las cosas porque no todos los envases son de plástico y no todos los plásticos son reciclables. Y la recogida de estos productos también depende de los municipios: hay algunos que solo aceptan envases y otros que aceptan materiales reciclables hechos de plástico y metal (como Barcelona).
Aun así, lo habitual es que en esta fracción solo depositemos envases como botellas de plástico, latas, bolsas, envases de comida de plástico, etc. El resto de los materiales se tendrían que tirar en el cubo de resto o llevar a los puntos limpios.
Reciclar orgánica
Esta fracción hace referencia a todo producto proveniente de la comida: huesos de fruta, espinas de pescado, huesos de carne, cáscaras de huevo y frutos secos, etc. Así como los restos de comida (intentando que sean lo mínimo posible para evitar el despilfarro alimentario).
La orgánica es la fracción que se tiene que tirar más a menudo porque es la que se degrada más fácilmente y puede oler mal. Para evitarlo, se recomienda usar bolsas compostables y cubos aireados. Además, es una fracción que genera beneficios: compost como fertilizante y biogás como energía.
Si en casa tenéis espacio, ¡incluso podéis tener una compostadora para generar vuestro propio compost!
Lo que no se debe tirar en esta fracción son elementos orgánicos como el aceite usado o que provengan de la higiene (pelos, bastoncillos de las orejas) ni de los animales domésticos (heces), así como otros materiales como polvo, colillas, pañales, etc.
Reciclar otros materiales y productos
Habiendo diferenciado las cuatro fracciones básicas, tenemos bastantes productos y elementos aún pendientes de tirar. Algunos de ellos ya se han mencionado, como papel muy sucio, colillas, pelo, excrementos de animales, productos higiénicos, etc. Todos estos tienen que ir al cubo de resto.
Pero aun así quedan otros productos: ropa, juguetes, vajillas, muebles, electrodomésticos, pilas, aceite usado… Y todos ellos se pueden reciclar de una manera u otra, pero por canales diferentes a las fracciones mencionadas.
La mayoría se pueden llevar a los puntos limpios que existen en la mayoría de los municipios, donde se depositan en espacios reservados para cada tipo de producto. En algunas ciudades o pueblos puede que haya recogidas especiales para los muebles o la ropa. Siempre es recomendable preguntar en vuestro ayuntamiento o visitar la web municipal para conocer bien los sistemas de recogida existentes.
Reaprovechar materiales en casa
Si, aparte de reciclar, queréis reaprovechar los productos y reducir los residuos, también podéis dar nuevas funciones o nuevas vidas a los objetos que tengáis en casa. Desde donarlos a entidades (si están en buen estado), repararlos si se han estropeado, venderlos en tiendas de segunda mano o crear nuevos objetos (como un tiesto para plantas con las botellas de plástico usadas).
Nuestra comunidad de Ecólatras está llena de iniciativas y proyectos que pueden ayudaros a reaprovechar los materiales. Hemos seleccionado algunas de las iniciativas más destacadas, pero podéis encontrar más iniciativas sostenibles en nuestra web:
- Reciclaje de pelotas de tenis y pádel
- Ecotea