Importancia del suelo y su conservación
Tener los pies en el suelo es una frase que se puede interpretar de forma metafórica, para estar conectado con la realidad, y de forma literal, sintiendo el suelo que pisamos.
Porque ese mismo suelo es muy importante. Es un ecosistema por sí mismo que sustenta a las especies que viven dentro y encima, aportando un lugar por el que moverse, refugiarse y alimentarse.
Para el ser humano también tiene una gran importancia, pues los cultivos dependen de que esté en buenas condiciones, algo que no pasa ahora mismo en numerosos lugares.
¿Por qué es el suelo es un elemento vital? Vayamos a ver su importancia.
Importancia ecológica del suelo
Para entender por qué el suelo tiene mucho valor a nivel ecológico hay que remarcar la idea de qué es un ecosistema: es un entorno donde las especies interactúan entre ellas y con el propio entorno.
En el suelo encontramos depredadores, parásitos, organismos que compiten por recursos, nutrientes, energía, etc. Se llevan a cabo numerosos ciclos biológicos, químicos, físicos y geológicos y está conectado con otros sistemas, como los ríos o la atmósfera.
El suelo captura el agua de la lluvia y puede actuar como reservorio para épocas más secas, incluso formando acuíferos, al mismo tiempo que filtra el agua para que llegue poco a poco a los ríos, lagos y mares.
Un suelo rico contendrá un montón de nutrientes y permitirá la presencia de más especies, de árboles más grandes con raíces más profundas. Estas raíces, a su vez, fijarán mejor el suelo para que no se pierda por la erosión, manteniendo a las especies que habitan en él y ayudarán a que sea más rico, cerrando el círculo.
Además, un suelo en buen estado y bien conservado también ayudará a capturar más CO2, un proceso vital en el contexto actual de cambio climático.
Importancia del suelo para los cultivos
Si para los árboles en los bosques es vital que haya un suelo de buena calidad, lo mismo se aplica para los cultivos. Cada cultivo, cada especie, necesita un tipo de suelo concreto, igual que cualquier otra planta silvestre.
Pero sea del tipo que sea, si no tiene los nutrientes adecuados, si no absorbe bien el agua, si se encuentra en mal estado o si se erosiona con facilidad, los cultivos no podrán crecer en él. Y si no pueden crecer, las pérdidas para la agricultura son importantes.
Es cierto que con el desarrollo tecnológico del siglo XX y la fabricación de los fertilizantes sintéticos, muchos suelos se convirtieron en lugares aptos para los cultivos y la industria de la agricultura pudo expandirse.
Con el tiempo, pero, esta estrategia ha tenido efectos contraproducentes, alterando el equilibrio de los suelos y haciéndolos aún más dependientes de estos compuestos sintéticos. Así, muchos se han ido degradando, se han abandonado y no se han podido recuperar.
Importancia de la conservación del suelo
Por este motivo hemos comentado antes que un suelo debe estar bien conservado para que esté en buenas condiciones, mantener los ciclos y sostener a las especies que viven e interactúan en él. Una manera de hacerlo, si se trata de un entorno silvestres como un bosque, es conservarlo entero, incluyendo todas las especies, ecosistemas y también el sustrato.
En caso de que sea una zona silvestre degradada o en peligro, una manera de ayudar a los suelos es a través de la plantación de árboles y arbustos que ayuden a fijar el suelo, protegiéndolo de la erosión al mismo tiempo que las plantas aportan nutrientes y fomentan la presencia de otras especies que enriquezcan el suelo.
En el caso de la agricultura, se pueden utilizar dos técnicas: plantas que aporten nutrientes al suelo y así mejorar la producción de alimentos y materiales o utilizar compost. En este caso, se trata del proceso de degradación de la materia orgánica, que permite obtener un producto rico en nutrientes y que ayuda a la captación y filtración de agua, la captura de CO2 y fomenta la presencia de invertebrados y microorganismos que enriquecen el suelo.
Por otra parte, también se puede optar por la rotación de cultivos y la inclusión del barbecho, en el caso de tener suelos degradados por la agricultura. Esto permite que el terreno pueda tener momentos de respiro y que el ciclo de nutrientes varíe de año en año, de manera que no se quede sin y se convierta en un erial.
Como veis, hay formas de proteger y conservar los suelos. Todas ellas son muy importantes para conseguir que las plantas crezcan de forma correcta, que los animales puedan tener alimento y que los ciclos geofísicos, como el del agua, puedan seguir funcionando de forma correcta.
Un suelo en buenas condiciones aporta unos beneficios inmensos.
Importancia de la temperatura del suelo
Ahora vamos a un aspecto en concreto: la temperatura. La temperatura del suelo es muy importante para el sector agrícola, ya que los cultivos necesitan un rango de temperatura determinado para poder crecer de la forma más eficiente posible.
En general, entre unos 15 y 25 grados sería lo adecuado para la gran mayoría de plantas. Esto es así porque es el rango térmico en el que se desarrollan la mayoría de los procesos del suelo, al tiempo que es la temperatura que favorece la germinación y que permite la vida de los organismos que viven en el subsuelo.
Claro está que es un factor importante también en el crecimiento de las especies silvestres, pero a nivel agrícola es relevante para conseguir tener la mejor producción de alimentos o materiales posibles.
Esa temperatura se puede lograr cuando las condiciones del suelo son buenas, es rico y está bien conservado.
El suelo para nuestros Ecólatras
Como hemos mencionado, hay numerosas estrategias para conseguir mantener los suelos en buen estado, siempre y cuando no estén ya en equilibrio como lo están en hábitats naturales. Las iniciativas sostenibles de Ecólatras que podéis ver en la web proponen sobre todo la creación de compost o el uso de elementos orgánicos en los cultivos que no degraden el suelo. Destacamos las siguientes iniciativas:
- Las Balsas: finca orgánica de producción ecológica
- Campos del Abuelo
- Huertos escolares ecológicos en Tenerife
- E-Compost: planta de compostaje comunitario
- Serviagroc: empresa agroecológica
- Vermicompostera escolar en Valladolid