Resumen de la iniciativa:
En nuestra quesería artesanal de Idiazábal, somos herederos de una tradición que se ha mantenido viva durante generaciones. Somos los hermanos Aranburu: Jesús, Juanjo y Javier, y estamos profundamente arraigados en nuestra tierra, orgullosos de nuestras raíces y de nuestro pueblo, Idiazábal, en la provincia de Guipuzkoa. Este lugar es origen de una joya gastronómica: el queso Idiazábal, un producto que lleva con orgullo la denominación de origen que nuestra localidad le prestó en 1987.
Provenimos de una familia de pastores y baserritarras, y hemos retomado la labor que nuestros abuelos realizaban con tanto esmero: la elaboración de queso. Lo que comenzó como un pasatiempo, con el tiempo se convirtió en una pasión compartida por todos los miembros de nuestra familia. Hoy, trabajamos juntos, en equipo, para producir entre 22 y 24 toneladas de queso al año, cuidando con esmero de un rebaño de 1.400 ovejas Latxa, una raza autóctona adaptada perfectamente a nuestro entorno natural.
El queso Idiazábal es un símbolo de nuestra identidad y de la cultura del País Vasco y Navarra. Su elaboración sigue los métodos tradicionales que nuestros antepasados nos transmitieron. Utilizamos exclusivamente leche cruda de nuestras ovejas Latxa, cuya calidad es inigualable gracias a su adaptación al medio. Estas ovejas rústicas, pequeñas y resistentes, salen a pastar prácticamente todos los días, siendo un tipo de ganadería extensiva que no ejerce sobrecarga sobre el medio y procura el bienestar animal de nuestras ovejas, lo que garantiza una leche de altísima calidad, esencial para la creación de un queso tan especial como el Idiazábal. Además el mantenimiento de la producción de este queso sirve al mismo tiempo para mantenimiento para que nuestra esta raza autóctona de ovejas no desaparezca.
El proceso de producción de nuestro queso es un ejemplo de sostenibilidad en el medio rural. Estas ovejas no solo nos proporcionan la materia prima, sino que también contribuyen al mantenimiento de los pastos y a la conservación del paisaje rural. Desde la alimentación de nuestras ovejas hasta la maduración de los quesos, seguimos prácticas que respetan el entorno y preservan el sabor auténtico del queso Idiazábal. Nos enorgullece decir que nuestros quesos, reconocidos con numerosos galardones tanto a nivel nacional como internacional, son el resultado de un trabajo que honra la tradición, pero que también mira hacia el futuro, promoviendo un modelo de producción artesanal y sostenible.
La quesería Aranburu es un testimonio vivo de cómo es posible mantener la tradición mientras se adopta un enfoque sostenible (producto local, ganadería extensiva y producción artesanal). A través de nuestro trabajo, no solo preservamos una herencia cultural invaluable, sino que también contribuimos a la salud de nuestros consumidores, ofreciéndoles un producto natural, rico en calcio y beneficioso para la prevención de enfermedades como la osteoporosis y la caries dental. En cada pieza de queso Idiazábal, llevamos el sabor de nuestra tierra, el esfuerzo de nuestra familia y el compromiso con un futuro más sostenible. ¡Vótanos!