Proyecto ARBol

ARBol es el acrónimo de “Acción para el Reciclaje de Bolígrafos” y título del proyecto creado en el año 2015 por un grupo de estudiantes del Ciclo Formativo de Grado Superior Química Ambiental del IES Politécnico Las Palmas en el que participan más del 50% de los centros educativos del Archipiélago, así como las dos universidades canarias, la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y la Universidad de La Laguna, lo que se traduce en un alcance de más de 300.000 estudiantes.

El Proyecto ARBol se desarrolla en el ámbito educativo, como propuesta de investigación dentro del módulo de Gestión de Residuos del CFGS Química Ambiental. Ya la Ley 11/1997 de envases y residuos de envases, que regula la gestión de los residuos que se depositan en los contenedores azul, verde y amarillo para la recogida selectiva, establece la exclusión de los bolígrafos y estilográficas, así como sus recargas, dentro del sistema de gestión de los residuos de envases. Esto se debe, fundamentalmente, a su pequeño tamaño y su naturaleza multimaterial, en la que se incluyen varios metales (acero, carburo de tungsteno), material textil (fieltro, poliéster, nylon), tintes y una considerable variedad de polímeros (polipropileno, polietileno de alta densidad, tereftalato), con características muy diferentes y procesos de reciclado incompatibles que impide que se consideren como una misma fracción. Lo que viene a decir que los bolígrafos, rotuladores, correctores y otros artículos de escritura que han llegado al final de su vida útil no tienen más posibilidades que las de acabar en la incineradora o el vertedero.

Este hecho puede parecer carente de importancia teniendo en cuenta lo despreciable de su volumen dentro de la masa total de residuos, sin embargo, hablamos de artículos que se generan en cantidades de miles de millones al año en todo el mundo, compuestos de elementos con valor recuperables pero también de residuos peligrosos.

Bajo el principio de responsabilidad ampliada del productor, en virtud del cual los productores de artículos que con su uso se convierten en residuos y, en aplicación del principio de “quien contamina paga”, quedan involucrados en la prevención y en la organización de la gestión de los mismos, la empresa francesa BIC hace alarde de su compromiso con el medioambiente. Con la colaboración de la compañía norteamericana TerraCycle, especialista en reciclar residuos complicados de tratar, como las colillas o los guantes de látex, ha desarrollado  un programa para el reciclaje de elementos de escritura manual de plástico y/o metal que opera en España desde 2011. No obstante, y por cuestiones logísticas, no se incluyen en este programa las ciudades de Ceuta y Melilla, las Illes Balears y Canarias.

El Proyecto ARBol es la propuesta que ha permitido la inclusión del Archipiélago Canario en el programa TerraCycle‐BiC, asumiendo   la   responsabilidad   de   acopiar   y   enviar   los   residuos   de instrumentos de escritura a Barcelona donde, una vez allí, es gestionado por TerraCycle para su envío a la planta recicladora. Por su parte, la empresa BIC es quien asume el coste de reciclaje de los bolígrafos, rotuladores, correctores y demás elementos de escritura inservibles generados en Canarias.

Si bien con esta iniciativa trabajamos para evitar que este tipo de residuos lleguen a los vertederos de Canarias y tengan la oportunidad de ser útiles de nuevo, no es el único objetivo del Proyecto ARBol. Actualmente, estamos estudiando la viabilidad técnica, económica y medioambiental para que el residuo pueda gestionarse allí donde se genera con el fin de minimizar la huella de carbono debido al traslado del residuo al continente para su tratamiento. Esto permitiría, además, promover la investigación, el desarrollo y la innovación en Canarias, así como contribuir a generar empleo verde y a aumentar el tejido industrial en el Archipiélago.

Además, llevamos a cabo actividades de difusión con las que pretendemos aportan valor social y ambiental a nuestra sociedad y contribuir a que el Archipiélago Canario sea un modelo de sostenibilidad.

El Proyecto ARBol no cuenta con financiación propia, por lo que toda su labor es posible gracias a la colaboración y ayuda altruista de entidades públicas y privadas. Nuestros objetivos a corto plazo son poder fabricar nuevos contenedores específicos para los instrumentos de escritura inservibles y gestionar la recogida del Proyecto ARBol.

Gracias al Proyecto ARBol hemos conseguido evitar que más de 3,5 toneladas de residuos acaben almacenados en lo vasos de vertido del archipiélago dándoles la oportunidad de ser útiles de nuevo. Así que ya sabes, ¡¡¡SI NO ESCRIBE NO LO TIRES!!!