La sostenibilidad de la alquimia de la cerveza artesanal

En nuestra visita guiada a la fábrica de 90 Varas, profundizamos en el legado que nuestras tierras y tradiciones han dejado en cada una de nuestras cervezas. Desde el siglo XII, Cerezo de Abajo ha sido un lugar clave en el cruce de las Cañadas Reales Segoviana y Soriana, un punto de encuentro para los trashumantes y las diligencias que recorrían el Camino Real hacia Francia. Este flujo constante de gentes y tradiciones es lo que evoca nuestro nombre: 90 varas castellanas era el ancho de una cañada real, según un edicto de 1273, y nuestras cervezas homenajean ese vínculo histórico con la tierra y el camino.

Durante el recorrido por nuestra microcervecería, no solo mostramos el proceso artesanal de elaboración de nuestras cervezas —desde la molienda, cocción, hasta la maceración—, sino que también resaltamos la importancia de consumir productos locales, 100% naturales, y artesanales. Cada paso en la producción está vinculado a la tierra que nos rodea, desde el uso de ingredientes locales como el agua de la Sierra de Ayllón hasta el respeto por las recetas de los antiguos Maestros Cerveceros.

En cada nombre y en cada botella, transmitimos los valores de respeto por la tierra, el consumo responsable y la conexión con nuestras raíces. Queremos que los visitantes se lleven consigo algo más que el sabor de una cerveza; que comprendan que, al apoyar un producto artesanal y local, están reviviendo y preservando una forma de vida que valora lo auténtico y lo natural. ¡Vótanos para seguir trabajando por un consumo más consciente y responsable!