La Molina de Lanzarote

En La Molina de Gofio Artesanal de Lanzarote, hemos asumido la responsabilidad de mantener vivo un legado rural que forma parte de nuestra identidad canaria. Esta molina, la última que queda en activo en la isla, es más que un simple edificio histórico; es un testimonio de la tradición agrícola y cultural que ha alimentado a generaciones. Nos encontramos en San Bartolomé, en un edificio que data de 1870 y que, tras una cuidadosa restauración, hemos conseguido devolverlo a la vida para seguir produciendo gofio, un alimento que ha sido fundamental en la historia de nuestra tierra.

Nuestra misión va más allá de simplemente producir gofio. Nos sentimos profundamente comprometidos con la sostenibilidad, tanto en la preservación del patrimonio cultural como en el cuidado del medio ambiente en nuestra actividad. Cuando decidimos restaurar la molina, lo hicimos con un enfoque ecológico, respetando las estructuras originales y utilizando los materiales tradicionales como piedra, barro y cal. Queríamos asegurarnos de que cada detalle reflejara la autenticidad de nuestra historia, pero también que nuestra huella ecológica fuera la mínima posible.

La producción del gofio en nuestra molina sigue un enfoque de proximidad. Trabajamos con agricultores locales, el uso de cereales y legumbres son 100% origen canario y de hecho más bien mayoritariamente de nuestra propia isla, lo que nos permite apoyar la economía local y reducir la dependencia de productos externos. Esta filosofía de kilómetro cero no solo fortalece la comunidad, sino que también reduce la huella de carbono asociada al transporte de alimentos, haciendo que nuestra producción sea más sostenible.

Además, hemos optado por empaquetar nuestro gofio exclusivamente en papel, rechazando el uso de plásticos para reducir el impacto ambiental. Creemos que un alimento tan integral y saludable, rico en vitaminas, minerales y fibra, merece ser presentado en un envase que respete el entorno tanto como nosotros respetamos nuestras tradiciones.

El gofio que producimos no es solo un producto, es una parte viva de nuestra historia, un lazo que nos une con nuestros antepasados y con la tierra que nos ha dado tanto. Al trabajar en sinergia con otros agriculores de la isla, buscamos crear una red de apoyo mutuo que nos permita seguir adelante con una visión compartida de respeto por el medio ambiente y por nuestras raíces de amor a la tierra que nos alimenta. Estamos convencidos de que, al mantener vivas nuestras tradiciones y al adoptar prácticas sostenibles, podemos ofrecer un futuro mejor a nuestra comunidad y al mundo que nos rodea. ¡Vótanos!