Huellas de historia en cerámica

En Mi Aldea, cada casa rehabilitada lleva en su fachada el nombre de su antigua propietaria, plasmado en cerámica local. Este gesto no solo honra la memoria de quienes vivieron allí, sino que también refuerza la identidad del pueblo, integrando tradición y artesanía en su recuperación.

Pero este proyecto va más allá de la restauración de viviendas: queremos que toda la comunidad participe. Por eso, han creado un taller de cerámica para los habitantes de Casas de Pradas, una tranquila aldea de casi 100 habitantes, rodeada de campos de uva, almendra y olivo, en el corazón del Parque Natural de las Hoces del Cabriel.

Un proyecto de arte, identidad y comunidad

 - Curso de cerámica: Invitamos a los vecinos a aprender técnicas tradicionales para que puedan crear su propio rótulo en cerámica con el nombre de su casa.

- Un pueblo con memoria: Cada casa contará su historia, recuperando su identidad a través del nombre de quienes la habitaron, fortaleciendo así el arraigo y la conexión con el pasado.

- Artesanía y tradición: La cerámica local no solo embellece las fachadas, sino que también impulsa el valor del trabajo artesanal, fomentando el aprendizaje de un oficio con profundas raíces en la historia rural.

- Unión vecinal: Al compartir este conocimiento con los habitantes, el proyecto se convierte en un puente entre la restauración de viviendas y la participación de toda la comunidad, haciendo que cada persona forme parte activa de la transformación del pueblo.