Casa Rural Campacruz: un refugio sostenible en el Pirineo oscense.

Casa Rural Campacruz se ubica en una extensa pradera pirenáica de 3500m2 a las puertas del Parque Natural de Ordesa y el Monte Perdido. La finca era de mis padres, ganaderos de oficio, aunque en la actualidad la finca no tiene ese uso sino como para esparcimiento y desconexión de nuestros huéspedes. 

Nuestra pradera a fomentar y a mantener la la diversidad natural, pues está poblada con árboles autóctonos como fresnos, encinas, boj y olivos, creando un hábitat propicio para la vida silvestre. Además, instalamos casitas para aves locales y comederos, no solo como un gesto amigable, sino como un compromiso activo con la conservación de la fauna autóctona. Este enfoque no solo embellece nuestro entorno, sino que también contribuye al equilibrio ecológico. 

Trabajamos con aménities respetuosos con el medio ambiente y que contribuyen al desarrollo de la economía local. Optamos por monodosis de plástico reciclable y proporcionamos también dosificadores rellenables de jabón natural. Estos pequeños cambios no solo reducen nuestro impacto ambiental, sino que también respaldan a proveedores locales como el herbolario donde los adquirimos que es de gestión familiar de Ainsa, como es el caso de Natura Shop. Este compromiso con productos locales no solo es una decisión comercial, sino una inversión en la prosperidad de nuestra comunidad.

En cuanto a las construcciones que componen nuestro alojamiento, tenemos 2 casas donde priorizamos para la edificación materiales locales como la piedra de cantera cercana a Ainsa y la madera de pino. La arquitectura de nuestras casas refleja la autenticidad de la región pirenaica, fusionándose armoniosamente con el entorno. Este enfoque no solo resalta la belleza natural, sino que también apoya a los artesanos locales y reduce la huella ambiental asociada con el transporte de materiales.

Fomentar el comercio local es una piedra angular de nuestra filosofía. En cada interacción con nuestros huéspedes, que es muy cercana, les ofrecemos recomendaciones de comercios cercanos, como la quesería, la panadería y los apicultores locales. Esta práctica fortalece la economía local y crea vínculos duraderos entre los visitantes y la comunidad.

Nuestro compromiso con la producción de alimentos sostenibles se refleja en nuestro huerto, donde cultivamos lechugas, judías verdes y tomates. La temporada de cultivo es respetada para garantizar la calidad y minimizar el desperdicio. Los frutos de nuestro huerto no solo abastecen nuestras necesidades, sino que también se los regalamos a nuestros huéspedes, fortaleciendo la conexión entre ellos y la tierra que habitamos.

La gestión responsable de residuos es un componente clave. Reciclamos meticulosamente todos los desechos en sus correspondientes contenedores, y la hierba cortada de nuestra pradera se composta para enriquecer el suelo. Esta práctica no solo reduce la cantidad de desechos enviados a vertederos, sino que también mejora la salud de nuestra finca de manera natural y le ayuda a mantener ese espesa capa de tapiz verdoso que siempre mantiene.

Obsequiamos a nuestros huéspedes con un welcome pack donde apostamos por la producción local y casera. Mis propias mermeladas, elaboradas con frutas de productores locales, son parte de nuestro pack de bienvenida junto con un bizcocho casero. Esta iniciativa no solo crea una experiencia única para nuestros huéspedes, sino que también apoya a los productores locales (como las manzanas que compramos a Bioingrávida y reducimos la dependencia de productos masivos.

Nuestra preocupación por la eficiencia energética y el uso responsable de los recursos se manifiesta en la instalación de placas solares para el agua caliente, calefacción de gas natural y chimeneas alimentadas con la leña que obtenemos de la limpieza de nuestros campos. Esta combinación no solo reduce nuestra huella de carbono, sino que también contribuye al uso sostenible de los recursos locales.

Además, nos esforzamos por garantizar el confort de nuestros huéspedes sin comprometer nuestro compromiso con la sostenibilidad. Utilizamos tecnologías como gruesos muros de piedra, ventanas de doble acristalamiento y sistemas de calefacción controlados desde el móvil para optimizar la eficiencia energética. Estas medidas no solo minimizan nuestro impacto ambiental, sino que también ofrecen un ambiente acogedor y respetuoso con el entorno.

En nuestro compromiso constante con la vida silvestre, colocamos casitas para pájaros y comederos en las oliveras, proporcionando lugares seguros para la nidificación y alimentación. Esta práctica no solo contribuye a la conservación de la fauna local, sino que también invita a nuestros huéspedes a conectarse con la naturaleza que nos rodea.

La iluminación sostenible es otra faceta clave de nuestras operaciones. Utilizamos luces LED y algunas luces solares en el exterior para minimizar el consumo de energía. Además, elegimos muebles de madera sostenible, forja y realizamos esfuerzos por restaurar muebles antiguos. Esta decisión no solo resalta nuestro compromiso con la sostenibilidad, sino que también brinda a nuestros espacios un encanto auténtico y atemporal.

Implementamos prácticas de reciclaje específicas, como el reciclaje adecuado del aceite de cocina utilizado en nuestra cocina. Además, en los sanitarios, optamos por papel reciclado, completando así nuestro compromiso con la reducción de residuos y el uso responsable de recursos.

En resumen, cada acción que llevamos a cabo en Casa Rural Campacruz no solo refleja nuestro compromiso con la sostenibilidad ambiental, sino que también contribuye al desarrollo de nuestra comunidad. Desde la conservación del entorno natural hasta el fomento del comercio local y la gestión responsable de recursos, cada decisión está guiada por la convicción de que un enfoque holístico hacia la sostenibilidad es esencial para crear un futuro armonioso y próspero para todos. ¿Te ha gustado nuestro proyecto? ¡Vótanos!