«Guerrilla Gardening»: un movimiento popular por la vida y la biodiversidad
En todas las ciudades, hay terrenos que permanecen abandonados y en desuso. No se desarrollan ni se destinan al disfrute de las personas. Ante esta realidad, hay quienes se hacen una pregunta inevitable: ¿por qué no transformar estos rincones en jardines, parques o pequeñas plantaciones que beneficien tanto al entorno urbano como a quienes lo habitan?
Así surge el movimiento «Guerrilla Gardening», que de manera creativa, pacífica y no menos subversiva se apropia de estos espacios para convertirlos en áreas verdes, llenas de vida y ricas en biodiversidad. Sus activistas buscan mejorar la ciudad, recuperándola centímetro a centímetro.
¿Qué es y cómo nace la «Guerrilla Gardening»?
La «Guerrilla Gardening» o jardinería de guerrilla es un movimiento de activismo ecológico que busca repensar la relación con la naturaleza en el entorno urbano, recuperando espacios públicos degradados o abandonados, para hacer nuestras ciudades más habitables y saludables. Sus voluntarios realizan acciones como la plantación de flores y plantas, la creación de huertos improvisados o el enterramiento de «bombas de semillas». Mientras algunos actúan desde el secreto y anonimato, otros colaboran abiertamente con la comunidad.
El activista Richard Reynolds afirma en su libro “On Guerilla Gardening” que el concepto se remonta a más de 300 años. Pero este movimiento de «green guerrilla» se afianzó en los años 70 del siglo XX, como una protesta contra el abandono de los espacios urbanos en Nueva York. Un grupo de jardineros guerrilleros liderados por una residente local llamada Liz Christy, empezaron a plantar jardineras y cultivar en terrenos baldíos sin gran valor e invadidos por la delincuencia.
En la actualidad, la Guerrilla Gardening es un movimiento global, que aglutina en todos los continentes a personas de toda edad y condición movidas por sus fines idealistas.
¿Qué papel juega la Guerrilla Gardening?
La «green guerrilla» aporta numerosos beneficios a las ciudades y sus habitantes.
- Las actividades de jardinería urbana llaman la atención sobre espacios descuidados y generan un interesante debate social sobre la habitabilidad de nuestras ciudades.
- Los jardines urbanos son oasis de vida. Contribuyen a la regeneración del suelo sin alterar los nutrientes ni microorganismos y favorecen la restauración de ecosistemas al introducir especies florales y vegetales y devolver su espacio a polinizadores e insectos beneficiosos.
- En el caso de la agricultura, se pone a disposición de las personas alimentos locales de origen natural, en ocasiones en los lugares conocidos como “desiertos alimentarios”: zonas donde apenas se encuentran alternativas para comprar comida saludable.
- Los jardines urbanos y los pequeños espacios tomados (como jardineras o alcorques) transforman nuestras ciudades en lugares más bellos y agradables.
- En los casos de actividad colectiva, se afianzan los lazos de las comunidades y se educa a los vecinos en el respeto a la naturaleza y en la agricultura ecológica.
- Hay guerrilleros que hacen de científicos ciudadanos, documentando la recuperación de la biodiversidad del espacio.
Las bombas de semillas: un “arma” definitiva.
Las bombas de semillas, también conocidas como bombas de vida o nendo dango, fueron desarrolladas por el biólogo, agricultor y filósofo japonés Masanobu Fukuoka. Se trata de bolas de arcilla de unos 3 centímetros de diámetro que contienen una semilla o una mezcla de ellas (lo que puede incrementar su éxito), tierra, abono natural y, en ocasiones, pimienta de cayena para el control de plagas. Esta técnica no requiere de ningún trabajo previo sobre el suelo. Tampoco se necesita arado, fertilizantes o pesticidas químicos.
Su funcionamiento es simple: se lanzan o semientierran en terrenos, alcorques o jardineras. Se debe dejar espacio entre las bombas enterradas. En muchos casos, las bombas de semillas necesitan temperaturas moderadas, por lo que el otoño y la primavera son buenos momentos para distribuirlas. Es importante priorizar el cultivo de especies autóctonas para aumentar las probabilidades de éxito y no alterar los ecosistemas locales. Y por supuesto, está la tarea de cuidarlas y regarlas, en especial hasta que la planta alcance algunos centímetros.
Cómo hacer bombas de semillas caseras.
Las bombas de semillas se pueden adquirir en una gran cantidad de establecimientos, pero gran parte de los jardineros urbanos optan por hacer las suyas. Este es el proceso para fabricarlas, muy resumido. Es muy fácil encontrar información completa en la red.
- Mezclar 2/3 de arcilla (o de tierra muy arcillosa) y 1/3 de tierra de jardín con un poco de compost. Hay otras proporciones en función del tipo de suelo.
- Añadir semillas adecuadas para el clima y mezclarlas bien. Se puede poner de varios tipos.
- Agregar agua, poco a poco, hasta obtener una consistencia de plastilina.
- Formar bolas de unos 3 centímetros, asegurándote de distribuir las semillas.
- Dejar secar unos días las bombas. Así la arcilla se endurece un poco.
- Dispersar las bombas. Se pueden almacenar hasta 4 meses en un lugar fresco y oscuro.
Los retos de la Guerrilla Gardening.
Al ser una actividad que nace de la iniciativa propia de individuos o comunidades, no son pocos los retos que enfrentan los guerrilleros verdes.
- La relación con las autoridades. Crear estos jardines urbanos en espacios como descampados, jardineras o alcorques puede significar una infracción en ordenanzas relativas a vías, espacios públicos y convivencia. Algunos jardineros han optado por colaborar con las autoridades, como ha sucedido en Nueva York o Múnich.
- Elección correcta de las plantas y verduras. Los guerrilleros deben estar informados y apostar por variedades autóctonas y que se adapten al clima local.
- Falta de colaboración local. Los comercios u otros vecinos que podrían echar una mano con sus jardines aledaños no siempre están de acuerdo con la actividad.
- Vandalismo. Algunas personas roban o destruyen las plantas.
- Detractores. Muchas personas están en desacuerdo e inciden en los derechos de propiedad y en la necesidad de obtener los permisos adecuados.
- Falta de acuerdo con los promotores o dueños de los terrenos. Si los terrenos en desuso tienen propietarios, pueden surgir conflictos como la destrucción de los jardines urbanos o procesos legales.
Algunos éxitos mundiales de la Guerrilla Gardening.
Hay infinidad de casos de éxito y el 1 de mayo, día oficial de la jardinería/ agricultura de guerrilla, es un día significativo para el movimiento, ya que se plantan girasoles en todas partes del mundo. Estos son algunos proyectos que han salido adelante.
- Las guerrillas verdes de Nueva York siguen en pie tras más de 50 años. La Alcaldía ha terminado implicándose en muchos proyectos y ofrece su apoyo a más de 550 espacios.
- Sparking Community actúa en Leeds (Inglaterra), con notable éxito y atención mediática.
- En Cape Town (Sudáfrica), Qaba Mbola y Ujamaa Guerrilla Gardening Collective han convertido un espacio público en desuso en un bosque de alimentos.
- El colectivo Miejska Partyzantka Ogrodnicza (Guerrilla del Huerto Urbano) opera en Polonia desde 2005 y sigue muy activo.
Iniciativas de Ecólatras relacionadas con el cultivo
Estas son algunas iniciativas que podéis apoyar en la plataforma Ecólatras, ¡e incluso sumaros a ellas!
- Los ecólatras Nansa Natural nos animan a cosechar y disfrutar de arándanos ecológicos en los valles pasiegos de Cantabria.
- En Clisol Agro combinan la tecnología con prácticas agrícolas sostenibles y organizan visitas educativas guiadas a sus invernaderos.
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Con Valle Aventura podéis recoger cerezas en el Valle del Jerte.
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Y desde Barrios de Biodiversidad animan a los vecinos de Arrecife a plantar flora nativa en parcelas públicas de su barrio.