Resumen de la iniciativa:
Villasur resulta un destino micológico de lo más acertado para todas aquellas personas que disfrutan recorriendo el monte esperando llenar una cesta de setas. En el municipio existen dos cotos micológicos situados en un bello entorno en los que poder recolectar algunas de las especies más apreciadas. Podemos encontrar boletus edulis, agaricus arvensis, amanita caesaria, boletus reticulatos, calocybe gambosa, cantharellus cibarius y otras tantas más como las vulgarmente llamadas de cardo y carrerillas.
En primer lugar, al establece límites y regulaciones para la recolección de setas, evitamos la sobreexplotación y asegurando la preservación de los recursos micológicos a lo largo del tiempo. Con ello, contribuimos a mantener la biodiversidad del ecosistema, permitiendo que las poblaciones de hongos se regeneren y se reproduzcan de manera saludable.
Además, al implementar un control en la recolección de setas, evitamos el impacto negativo sobre el hábitat natural y se protegen otros organismos que pueden depender de estas especies fungícolas. Esto contribuye a mantener el equilibrio ecológico y la salud general del bosque o área micológica.
El coto micológico controlado también fomenta prácticas de recolección sostenibles y éticas. Al establecer normas y educar a los recolectores sobre la importancia de respetar el entorno, se promueve una interacción más consciente con la naturaleza. Esto reduce el riesgo de daños a largo plazo en los ecosistemas y garantiza que las actividades micológicas sean beneficiosas tanto para el ambiente como para las generaciones futuras.
Además, al limitar la recolección a ciertas áreas y períodos, protegemos la regeneración de los hongos, permitiendo que los ciclos naturales de crecimiento y reproducción se mantengan sin interrupciones significativas. Este enfoque sostenible ayuda a garantizar que la actividad micológica pueda continuar siendo una fuente de disfrute y recursos sin comprometer la salud del ecosistema.
¡Vota nuestro proyecto!