Calima: Qué es y cuáles son sus consecuencias para el medio ambiente
¿Qué es la calima?
Se trata de un fenómeno meteorológico que tiene lugar en la atmósfera y se caracteriza por la presencia de partículas sólidas muy pequeñas en suspensión pero lo suficientemente numerosas para dar al aire un aspecto opaco. Sí, es arena flotando en el aire.
Como resultado observamos un ambiente turbio y una coloración amarillenta o anaranjada.
Estas partículas suelen ser de polvo y arena, pero también pueden formarse calimas de cenizas y arcilla, en cuyo caso, el tamaño de esas partículas es mucho menor, unidades inferiores a las micras y decenas de micras.
Es muy importante subrayar que la inhalación prolongada de estas sustancias resulta perjudicial para la salud.
Etimológicamente encontramos que en latín, caligo y caliginis, son voces que se traducen como «humareda negra», «nube», «niebla opaca y negra» o «polvareda densa», así que claramente, la calima no es un fenómeno nuevo, los romanos ya le dieron una palabra.
Es importante no confundir la calima con bruma o niebla, fenómenos que también provocan una reducción de la visibilidad, pero son muy diferentes por la humedad. La calima está formada por partículas sólidas y secas en el aire, la bruma y niebla son partículas de agua en el ambiente, un aire muy húmedo que carece de efectos negativos para la salud, no como la calima.
¿Cómo se produce la calima en España?
El lugar más común de España en el que encontrar calima es en las Islas Canarias, pero no porque surja allí. El origen de la calima son los grandes desiertos, como el Sahara en el caso de Canarias.
Para que se produzca tienen que suceder dos factores climatológicos: Una tormenta de arena en el desierto y viento de componente Sur o Este, que arrastre esa tormenta de arena al archipiélago canario o a la propia península como sucedió en marzo de 2022.
La calima es imposible de predecir y puede suceder en cualquier época del año, pero suele darse más habitualmente en invierno.
Los episodios de calima en las Islas Canarias suelen disiparse a los 3 o 5 días, cuando la atmósfera se limpia con nuevos aires sin arena, incluso lluvia que ayuda a limpiar las partículas en suspensión y posadas en las superficies.
Tipos de calima
La calima puede ser de dos tipos:
- La calima natural, formada por el transporte de arena del desierto y polvo, típica en las Islas Canarias.
- La calima tipo B, formada por culpa de eventos especiales como contaminación o incendios forestales, lo que la hace especialmente dañina para la salud. Son frecuentes en grandes ciudades como Madrid en invierno, ya que tiene lugar una gran estabilidad atmosférica sin viento ni precipitaciones que limpien los contaminantes procedentes del tráfico y las calefacciones.
¿Qué consecuencias tiene la calima como fenómeno meteorológico?
Principalmente, la consecuencia más relevante de la calima es la bajada de calidad del aire que impide ver a pocos metros de distancia, así como la suciedad en calles, coches y por supuesto plantas y árboles. Parece algo poco importante, pero puede producir accidentes de tráfico, fallos en los vehículos y otras consecuencias inesperadas.
Para las personas con asma u otros problemas respiratorios como alergias puede ser un auténtico peligro, pero es habitual que también a gente sana produzca tos, congestión nasal e irritación ocular.
Si en plena calima llueve, depende del tipo de calima que estemos experimentando, tendrá unas consecuencias u otras:
- La calima natural, tipo A o de arena, da lugar a lluvias de barro, que lo dejan todo perdido, pero el aire más limpio y no tienen ningún problema para nuestra salud.
- Si la calima es producida por contaminación, puede darse una lluvia ácida, cuyas causas y consecuencias de la lluvia ácida son gravísimas para la salud humana, animal y de las plantas.
¿Qué pasa si respiras calima?
Ya hemos comentado algunos efectos generales de salud, la mayoría relacionados con problemas respiratorios y de irritación de las mucosas. Si la calima es intensa y persistente y no tomamos medidas, a los pocos días podríamos sufrir broncoespamos, dolor torácico o desarrollar asma. Y por supuesto, pueden desencadenarse crisis de ansiedad.
Consejos para protegerse de la calima
- Lo primero es que la calima no entre en casa, para lo que deberemos cerrar bien puertas y ventanas. Ventilar a diario es importante, pero los días de calima podemos saltárnoslo.
- Procurar no estar en la calle es otro básico y si tenemos que salir, hacerlo con mascarilla y gafas de sol para que no nos entre polvo en los ojos ni las vías respiratorias.
- El deporte es salud, si no hay calima. Esa es la letra pequeña que no decían. Es mejor no hacer ejercicio al aire libre, al esforzarnos inhalamos más fuerte y meteremos en nuestro cuerpo más aire con arena o partículas.
- Otro truco es beber mucha agua. Sobre todo, beberla cada poco tiempo. Cada traguito que damos nos limpia y no deja que se acumulen motas en nuestra garganta. Así evitaremos tos e irritación.
- Ni se te ocurra sacar el plumero. La mejor manera de limpiar superficies es con un paño húmedo, ya que atrapará todo el polvo y lo podrás retirar fácilmente.
- Es clave estar informado y atento a las predicciones meteorológicas, sobre todo si somos población de riesgo, para poder protegernos adecuadamente.
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